Tomado de: http://www.fontagro.org/proyectos
Las predicciones sobre los impactos del cambio
climático a la caficultura de Latinoamérica indican contracciones
sustanciales en su producción. Los impactos socioeconómicos de tales
cambios serían varios veces mayores a los de la reciente caída de
precios entre 2000 a 2004, la cual dejó cientos de miles de productores
en la pobreza, y millones sin empleo. Sin embargo, estas predicciones se
realizan con base en cambios en temperatura y precipitación pero sin
tomar en cuenta el efecto potencialmente positivo del aumento en dióxido
de carbono. Este proyecto pretende estudiar los efectos fisiológicos y
productivos de variaciones de temperatura, alimentación en agua y
concentración atmosférica en CO2 en la planta de café, así como validar
un modelo del cultivo de café, CAF2007, que tiene el potencial para
integrar los efectos de estas variaciones sobre la producción de café.
Luego los resultados de este modelo serán vinculados a modelos
espaciales sobre los cambios en las condiciones climáticas. Se trabajará
en función a tres escenarios de emisiones de cambio climático
conciliando entre 18 modelos de clima mundial para identificar los
cambios más probables, y haciendo una reducción de escala a 1km para
Costa Rica, Nicaragua y Honduras. Luego por medio de un modelo CaNaSTA
(Crop Niche Selection for Tropical Agriculture) se estimará los impactos
del cambio climático en la distribución, productividad y ingresos de la
producción de café para cada década desde 2020 a 2050, integrando los
resultados de los modelos climáticos con el modelo productivo CAF2007.
Estas predicciones de impacto suponen que la
producción de café seguirá igual que ahora, pero sin duda el sector hará
esfuerzos para adaptar los sistemas de producción al cambio climático.
Identificamos dos tipos de adaptación: cambios en el manejo de las
plantaciones para amortiguar los cambios en temperatura y precipitación;
o cambios en la respuesta del cultivo a estos factores por medio de
cambios genéticos.
1. Adaptación por manejo del cultivo: Se necesita valorar el grado en que la sombra de café y el manejo de esta sombra amortiguan los efectos de aumento en temperatura, integrando además la competencia de los árboles para el agua. El modelo CAF2007 será validado con datos de uso de agua en ensayos de café de largo plazo y luego usado para proyectar el efecto de sombra bajo escenarios climáticos futuros. Otra opción de cambio en manejo es el uso de riego que igualmente será modelado por CAF2007 para ver su potencial como medida de adaptación bajo clima futuro.
2. Adaptación por cambios genéticos: En Centroamérica
entre CIRAD, CATIE y los Institutos de Café se ha creado una serie de
híbridos F1 por medio de cruces entre cafés arábigos silvestres y
variedades tradicionales. Aunque han sido seleccionados para su
productividad, resistencia a enfermedades y calidad, estos híbridos
pueden incluir respuestas distintas al clima comparado con las
variedades tradicionales. Así con base en la red de parcelas de
validación de los híbridos manejados entre los socios en Costa Rica,
Honduras y Nicaragua, se evaluará la adaptabilidad agroclimática de los
materiales. Además, en tres de los ensayos con condiciones
climáticamente contrastantes, se aplicará tratamientos para aumentar
temperatura y reducir la disponibilidad de agua con el fin de valorar la
respuesta de la plantación. Se evaluará la respuesta ecofisiológica y
productiva de los híbridos de café a estos tratamientos para probar su
respuesta a probables cambios en clima, comparándola con la de las
variedades tradicionales. De nuevo se usará el CAF2007 para modelar
estas respuestas bajo escenarios climáticos futuros. Luego, estas
respuestas estarán escalonadas a niveles nacionales por medio de su
integración en los modelos climáticos geoespaciales. Esto permitirá
valorar su potencial para amortiguar los impactos de cambio climático
sobre la distribución y producción de café.
Para estos estudios, la estrategia del proyecto se fundamenta en la
aplicación de protocolos rigurosos de mediciones en ensayos existentes,
insuficientemente documentados. No se establecerán nuevas parcelas de
experimentación, pero si se implementarán dispositivos de medición
perennes que permitirán una mejor explotación de ensayos existentes,
durante el proyecto y después de su finalización.
Los resultados de estos procesos de medición y modelaje darán orientaciones sobre cuál es el potencial del sector para adaptarse y en que se debería invertir para lograr esta adaptación. Sin embargo, toda adaptación requiere inversión a nivel local, la cual depende de la viabilidad de las opciones para los productores y el costo/beneficio de la inversión. Se realizará estudios con productores que están trabajando en otros proyectos de los socios, donde se inician procesos de adaptación a cambio climático, para conocer sus apreciaciones sobre las opciones. Igualmente se estimará los costos de la implementación de las adaptaciones propuestas contra los beneficios potenciales. Finalmente se compartirá toda esta información con los actores del sector cafetalero en cada país (Costa Rica, Honduras, Nicaragua) y a nivel de Centroamérica y el Caribe (por medio de PROMECAFE). En cada caso se concertará una estrategia de desarrollo de políticas para facilitar la adaptación a cambio climático para el sector en cada país.
Los resultados de estos procesos de medición y modelaje darán orientaciones sobre cuál es el potencial del sector para adaptarse y en que se debería invertir para lograr esta adaptación. Sin embargo, toda adaptación requiere inversión a nivel local, la cual depende de la viabilidad de las opciones para los productores y el costo/beneficio de la inversión. Se realizará estudios con productores que están trabajando en otros proyectos de los socios, donde se inician procesos de adaptación a cambio climático, para conocer sus apreciaciones sobre las opciones. Igualmente se estimará los costos de la implementación de las adaptaciones propuestas contra los beneficios potenciales. Finalmente se compartirá toda esta información con los actores del sector cafetalero en cada país (Costa Rica, Honduras, Nicaragua) y a nivel de Centroamérica y el Caribe (por medio de PROMECAFE). En cada caso se concertará una estrategia de desarrollo de políticas para facilitar la adaptación a cambio climático para el sector en cada país.
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